miércoles, 21 de mayo de 2008

Noche fugaz

Y rápidamente lleve mi mano a la copa, estaba eufórico por dentro, me habías dicho que no eras virgen, que te daba morbo y para colmo que no tenias casa, eso implicaba montárnoslo en cualquier lado como los animales.

Me bebí el vodka a toda prisa y salí tras de ti, tras tu contoneo de caderas.
Deambulamos media hora por las calles, tú seguías provocándome yo no sabia si seguirte o desahogarme solo en algún baño porque es que me tenías loco.

Finalmente encontramos un portal entreabierto, negro de cristales vidriosos, algún gilipollas no sabía cerrar la puerta y en fin... podría decirse que se nos abrió una puerta.

Pese a que parecías promiscua, pasional y muy dada al hecho, resultaste ser mas precavida que yo ¡Joder no llevaba ni un condón! Pero tu sí ¿sabias acaso que esa noche nos encontraríamos o yo sería uno mas?

El caso es que cabalgamos, jadeamos, besamos, lamimos y jugamos a tantas perversiones como el tiempo nos permitía. Nunca un lugar tan poco privado fue tan degenerado por dos personas, aunque mas que degenerado preferiría decir aprovechado.

A la mañana siguiente me desperté en mi cama, mire el reloj y me dije ¿Cual era su nombre? en realidad me importaba, tanto como a ella le importo el mío, es decir, absolutamente nada.

¿Por qué no ir a lo simple?

Impulsos I

Por Pino